Sir Walter Scott, el novelista, poeta y editor británico… era lisiado.
John Bunyan, escritor y predicador, autor del libro El Progreso del Peregrino… estaba en prisión.
George Washington, primer Presidente de Los Estados Unidos en 1789… quedó paralizado por la nieve en Valley Forge.
Abraham Lincoln, Presidente de los Estados Unidos que abolió la esclavitud… fue criado en la pobreza.
Benjamín Disraeli, Primer Ministro Inglés… fue objeto de terribles prejuicios religiosos.
Franklin D. Roosevelt, trigésimo segundo Presidente de Los Estados Unidos… tuvo parálisis infantil.
Ludwig van Beethoven, compositor alemán de música clásica… se quedó sordo.
Glenn Cunningham, consiguió records mundiales en carrera… tenía sus piernas terriblemente quemadas por un incendio del colegio y los médicos le diagnosticaron que nunca mas podría caminar.
Booker T. Washington, Garriet Tubman, Marian Anderson y George Washington Carver… nacieron todos en una sociedad llena de discriminación racial.
Enrico Caruso, el tenor italiano… fue el primer niño que sobrevivió de una familia pobre de dieciocho hijos.
Itzhak Perlman, concertista de violín… estaba paralizado de la cintura para abajo desde los cuatro años de edad.
Toda esta gente no hizo importante sus excusas cuando pensaba en el logro de sus objetivos
Sin embargo ¿Qué hacemos nosotros?
Tenemos nuestro discurso lleno de explicaciones, historias y excusas
¿Hasta cuando nos daremos cuenta que no lograremos nuestros objetivos mientras estemos parados en ellas?
¿Qué hacemos importante al momento de concretar nuestros sueños?
Algunos son como aplanadoras, por donde pasan van desarticulando obstáculos y otros pareciera que se quedan como paralizados frente a ellos.
Tu puedes tener razones
o puedes tener resultados.
Lo que no puedes
es tener las dos cosas a la vez.
¿Por qué no tienes concretado ese objetivo especial que sueñas?
Porque……..
Si, detrás del porque, querido amigo, están tus explicaciones.
Esta palabra «porque» es impresionante porque te lleva al cuento que te contas.
Tanto si la usamos en nuestro discurso en forma de pregunta o en forma coloquial.
Observa la frase del principio:
¿Por qué no tienes concretado ese objetivo especial que sueñas?
Porque……..
Cada vez que preguntemos a alguien ¿por qué? lo estaremos llevando a que nos de una explicación
¿Que podemos preguntar entonces?
¿Para qué? y esto nos llevara al futuro y a saber para qué estamos haciendo lo que estamos haciendo o diciendo lo que estamos diciendo.
Cada vida es un cuento escrito con excusas o con hechos concretos.
Es impresionante los resultados que obtenemos cuando en lugar de preguntar ¿por qué? preguntamos ¿para qué?
¿Para qué sigues parado en tus explicaciones?
¿Para qué es que continúas haciendo mas de lo mismo que no funciona?
¿Para qué quieres concretar ese objetivo?
¿Para qué te quedas paralizado?
¿Para qué buscas donde no encuentras?
¿Para qué evitas pedir ayuda?
¿Para qué no cumples con lo que te prometes?
Una persona feliz
no es una persona en determinadas circunstancias,
sino una persona con determinadas actitudes.
«¿Para qué?» Pregunta mágica que te lleva a cambiar de paradigma y de forma de ver las cosas
Observa cuantas veces usas «porque» en tu vida y empieza a darte cuenta que pasaría si la cambiaras por «para qué»
Y las excusas se transformarán en resultados y tu nombre podrá sumarse a la lista de los que lideran su vida
¿Para que quieres sumarte a esa lista?
Y aquí cada uno encontrará motivos para ponerse en acción.
La obra maestra de la vida
es que el ser humano
no escoge sus circunstancias,
pero la forma en que las explica
es lo que a la larga, le da poder.