El maestro Zen le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz.
El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltase el agua necesaria.
El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena.
El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápido y la cosecha fue mayor.
El tercer año, colocó más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene no tendrá ningún valor – dijo el maestro.
«Fortaleces a alguien cuando le ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas».
Soy Directora de un Instituto que capacita Coaches y estamos en el primer mes del curso y una de las cosas que quiero dejar claro desde el principio es el importante papel que juegan los compañeros en este curso. Material nuevo, especificaciones que para algunos no son claras y requerimientos hacen que los compañeros se comuniquen y se ayuden a completar tareas y coloquios.
¿Pero cuál es la manera de ayudar?
Considero que hay muchas pero me parece que la mas importante es aquella en la que engrandezco al otro, busco que salga lo mejor de él, y no genero dependencia.
El don mas grande
que podemos tener con el prójimo
no es el de compartir con él nuestra riqueza, sino asistirlo a construir la suya
Benjamín Disraeli
Veamos un ejemplo: Estoy explicando un tema y hay alguien que pregunta porque no entiende. Yo busco explicarlo de otra manera y hacer preguntas que lo lleven al otro a entender pero de repente un compañero me explica lo que al otro le pasa, y yo le pregunto:
¿Consideras que el no hubiera encontrado la manera de hacerse entender?
Cuando hablas por el otro para hacerlo mas rápido o mejor, nosotros consideramos que lo disminuís, no le das tiempo a que encuentre su propia manera y en lugar de ayudarlo lo haces sentir mal.
La libertad consiste en ser capaz de elegir
entre lo que es mejor para mí y
lo que es mejor para los demás.
Muchos de nuestros trabajos tienen que ver con un manejo moderado de computación, que muchos no tienen . Entonces que hacen algunos? Bajan los materiales por otros, se los imprimen, hacen los power points de sus presentaciones. ¿Los ayudan? Podríamos decir que si pero también crean dependencia porque en lugar de enseñarles a hacer, hacen por el otro.
Cuando haces por el otro aparte de cargarte de tareas que no te pertenecen perdes la posibilidad de hacer una diferencia en la vida de los demás, cosa que ocurre cuando le enseñas.
Ayuda a tus semejantes a levantar su carga,
pero no te consideres obligado a llevársela.
Pitágoras
¿Pensas acaso que no podría aprender? ¿Pensas que no es capaz? ¿Pensas que no va a poder?
Todos estos pensamientos son empobrecedores.
Apostar al otro es poder verlo grande y reconocer sus fortalezas.
Si tu pudiste aprender, el también podrá. Y tu puedes ser el que haga esa diferencia en su vida.
Y esto también es la clave de la delegación, pero esto lo dejaremos para otra oportunidad.
La próxima vez que quieras hacer por alguien pensá si el abono que brindas es el justo para ayudarlo a crecer o es tanto que al sobreprotegerlo lo empequeñeces y debilitas.
Si quieres que tu amigo se alimente un día regálale un pescado
Pero si quieres que coma toda su vida, enséñale a pescar.