Cuentan que un día, en una comarca, mientras se realizaba una fiesta, al rey le saltó un botón de su saco, producto de lo mucho que estaba comiendo y bebiendo.
Como era la costumbre de la época, buscó echarle la culpa al sastre que se lo había cosido y por ende lo mandó encarcelar sentenciándolo a una muerte cercana.
El pobre sastre en medio de su desesperación recordó que ese mismo día le habían regalado un burro al rey y le ofreció hacerle hablar en un año a cambio de su libertad.
Al rey le pareció gracioso tener en su reino un burro que hable y aceptó el desafío del sastre.
Cuando este volvió a su casa su mujer lo interpeló diciendo:
Cómo le has prometido eso al rey si tú no sabes cómo hacer hablar a un burro.
Querida mía, contestó el sastre, dentro de un año no sé que será de mi, ni del rey y mucho menos del burro.
Comamos hoy nuestra cena en paz.
Tenemos un año para ver que hacemos.
Uno de los Modelos que usamos para hacer Coaching se llama OAR. En él postulamos que el individuo acciona y con sus acciones obtiene resultados. También decimos que cuando los resultados que obtiene no son los que le gustaría lo que hace comúnmente es cambiar sus acciones sin darse cuenta que muchas veces con esto no alcanza. Lo que necesitamos es revisar nuestras conductas transparentes y automáticas ya que muchas veces son ellas o la falta de ellas las que no nos permiten llegar a donde queremos.
Como no se puede postergar
sin tener una buena razón,
muchas veces las inventamos.
Una de las conductas que mas nos separan de nuestros objetivos es la postergación. La idea de que mañana será mejor que el día de hoy.
Pensar que el mañana vendrá con una energía diferente que nos llenará de las ganas de hacer algo que no tenemos hoy.
Muchas veces la postergación está asociada con otra conducta negativa que es tener muy alto el nivel de exigencia. Como no lo puedo hacer perfecto mejor lo postergo y no me doy cuenta que esta actitud me está separando de los resultados esperados.
Nada es mas cansador
que vivir eternamente
pendiente de una tarea inconclusa.
William James
Considero que hay hábitos que pueden ayudarte con tu forma de postergar. Y uno de ellos es hacer una LISTA DE PENDIENTES.
Creo que cuando esta lista está en la mente nos parece mucho mas grande que cuando la llevamos por escrito.
Sugiero escribir todo lo que consideramos que está pendiente en nuestra vida y dividirla en tres partes:
Lo que debe ser hecho esta semana.
Lo que podemos dejar para mas adelante.
Lo que otro puede hacer por nosotros y podemos delegar.
Una vez hecha esta lista te sugiero trabajar con la primera y a su vez dividirla por prioridades.
De manera de poder planificar qué vamos a hacer primero y qué después. Luego dividimos esta lista en cada uno de los días de la semana teniendo en cuenta que Dios hizo el mundo en 6 días y el séptimo descansó.
Tú también necesitas organizarte para tener un día de descanso.
Sólo hay dos días en el año que no se puede hacer nada:
Uno se llama Ayer y otro Mañana.
Por lo tanto Hoy es el día ideal para hacer, amar, creer y por sobre todo vivir.
Dalai Lama
Me parece importante decirte que a medida que las tareas van siendo hechas es importante tacharlas para que te quede un registro visual y si algún día no pudiste cumplir con todo lo anotado pásalo para el siguiente sin pensar que por eso está todo mal.
Como te dije esto se trata de desarrollar un nuevo hábito así que necesitas tenerte paciencia y volver a empezar las veces que haga falta hasta que el mismo se halla internalizado y surja en ti de manera automática.
Hay una sola
pregunta filosófica valiosa:
¿Cómo hemos de vivir?
Sócrates