En la época del descubrimiento de Brasil, un indio miraba las bellas naves portuguesas yendo y viniendo del horizonte sin parar, cargadas de oro y metales preciosos. Se preguntaba para qué se tomaban tanto trabajo, sin entender. Un día intrigado le preguntó al capitán de uno de los buques: Para qué ustedes los portugueses llevan tanto oro y metales para sus casas?¿Para que lo necesitan?
Precisamos acumular riquezas. Tenemos miedo de que nuestros hijos sean pobres cuando nosotros ya no estemos.
Al no entender la respuesta, el indio indignado dijo: Y por qué? Aquí no tenemos esa preocupación. La Madre Naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos. Cuando no estemos seguirá proveyendo a nuestros hijos y a nuestros nietos también.
Considero que la enseñanza de este cuento puede ser vista desde varios puntos de vista. Pero en la que me gustaría detenerme es en aquella que muestra los pensamientos que tienen algunas personas de que los recursos son escasos y no alcanzan para todos.
Por otra parte nos muestra nuestra incapacidad de decir suficiente. Siempre queremos mas y aunque detrás de eso podemos decir que vive una sana ambición, también vive esa sensación de infelicidad que se basa en lo que no tenemos.
Muchas de las adicciones de nuestro tiempo tienen sus pilares en este concepto.
Paremos de esperar
que la felicidad venga a nosotros
y empecemos a dejar
que salga de nosotros
y siempre habrá más que suficiente alrededor.
Es nuestro «agujero existencial» al que no le alcanza, quiere mas porque piensa que con un poco mas ya no va a sentir ese vacío.
No nos damos cuenta que ese vacío necesita otra cosa. En cada persona es diferente y cada uno de nosotros necesita conectarse con ese vacío y completarlo de alguna manera.
¿Qué le damos a nuestro «agujero existencial» para llenarlo?
Trabajamos sin descansos para no darnos cuenta.
Comemos en exceso pensando que en algún momento la comida no nos va a alcanzar. Como el portugués de nuestra historia.
Nos matamos de a poco fumando.
Bebemos en exceso para dormirnos en un sueño de distracción.
Jugamos compulsivamente para entretenernos en el mientras tanto.
Confundimos excitación con goce y buscamos nuevas sensaciones detrás de substancias químicas.
En fin, la lista a esta altura de los acontecimientos, podría ser interminable.
Lo peor y más peligroso del que duerme
es creer que está despierto
y confunde sus sueños con la realidad.
¿Qué necesita ese «agujero existencial» ?
En cada uno puede necesitar cosas diferentes, sin embargo podríamos acercarnos bastante si le encontráramos sentido a nuestra vida y a lo que hacemos.
Si nos conectáramos con las diferentes fuentes de abundancia de nuestra vida.
Si estuviéramos alineados con nuestra Misión.
En fin cualquier tipo de conexión podría ser útil.
«Aquí está el test para saber si tu misión en la vida está terminada.
Si estás vivo, entonces no lo está».
Richard David Bach
¿A qué cosas te cuesta decir suficiente?
¿De qué manera llenas tu «agujero existencial»?
¿Como te desconectas de la abundancia de tu vida?
¿Has encontrado ya la manera en que piensas devolverle a la vida todo lo que te ha regalado?
¿Vives desde el reconocimiento y la gratitud por todo lo que te sobra?
Es probable que al leer esta frase inmediatamente tus pensamientos se hayan ido a todo lo que te falta.
Y de esta manera, querido amigo, pienso que te desconectas de tu abundancia y te alejas de tu felicidad.
La gratitud es la madre de las demás virtudes,
aunque pocas personas
desarrollan la capacidad de agradecer.
Lair Ribeiro