El hombre observó a un niño solo en la sala de espera del aeropuerto aguardando su vuelo. Cuando el embarque comenzó, el niño pasó muy tranquilamente y su asiento era justo al lado de él. Se saludaron mutuamente y el niño sacó un libro y comenzó a pintar. En ningún momento mostró ansiedad o preocupación en el decolaje y durante el vuelo, que aunque se movía bastante, se mostró muy tranquilo.
Durante el vuelo el avión entró en un pozo de aire que lo hizo moverse bastante. La turbulencia y las sacudidas bruscas asustaron a varios pasajeros. Pero el niño parecía encarar todo con la mayor naturalidad. Una de las pasajeras, sentada atrás, estaba preocupada y le preguntó al niño: No tienes miedo?
No señora, no tengo miedo, respondió él, levantando los ojos de su libro. ¡Mi papá es el piloto!
Rhia Powers
Cada vez que escucho hablar de la confianza pienso en lo importante que es poder transitarla y lo difícil que, a veces, es poder sentirla con algunas personas.
Me gustaría que nos pudiéramos poner de acuerdo con la acepción que utilizaremos de la palabra confianza.
Desde la postura ontológica la confianza es la emoción positiva que surge en el hacer con otros.
La confianza en sí mismo
es el primer secreto del éxito.
Ralph Waldo Emerson.Mide tus deseos, pesa tus opiniones,
cuenta tus palabras.
Pitágoras
También desde esta mirada sostenemos que la confianza es algo que se construye con acciones.
¿Qué acciones podríamos decir, que construyen confianza en el otro o nos hacen mas confiables?
Que nuestro decir sea consistente con nuestro hacer. En este punto estamos hablando de cumplir con nuestra palabra y que la misma tenga valor. Si digo que voy a hacer algo, hacerlo . Que el otro pueda confiar en mi sinceridad.
Las acciones hablan más fuerte
que las palabras.
Considero que de la misma manera que podemos construirla, la podemos destruir cuando no somos consistentes con lo que decimos.
A veces, cuando observo a alguien ,no cumpliendo con su palabra pienso ¿si tendrá claro todo lo que la falta de esa acción está creando en términos de desconfianza?
Construirla nos puede llevar meses, mientras que destruirla es sólo segundos.
La mente hace contratos
que el cuerpo no puede cumplir.
Desde este posicionamiento trabajamos mucho con la capacidad que tiene el lenguaje de crear realidad y por eso sostengo que necesitamos estar al acecho de lo que decimos y de lo que nos decimos, ya que cuando no cumplimos con eso, perdemos parte de la confianza que los demás o nosotros mismos podríamos tener. Baja nuestra autoestima y la valoración que los demás podrían tener de nosotros
¿Para qué decimos que vamos a hacer algo, cuando sabemos que no vamos a poder cumplir?
¿Que pasaría, si en vez de hablar livianamente, pudiéramos ponerle un ojo especial a nuestras palabras y solo prometer lo que estamos seguros, que vamos a poder cumplir?
El hombre tiene un sueño
y al cumplirlo,
es el sueño quien hace el hombre».