#156 Preocupación

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba
resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años se acercó decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle, con el objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo, diciendo: «como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo compongas vos solito».
En ese momento calculó que al pequeño le llevaría mucho tiempo componer el mapa, pero no fue así. Pasados unos momentos, escuchó la voz del niño que lo llamaba.»Papá, papá, ya lo terminé.»
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible
que, a su edad haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debido lugar.
¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
– Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?
– Papá, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de
la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.

Muchas veces tenemos la fantasía que hay cosas externas a nosotros que necesitan cambiar, pero considero que el problema es que nos quedamos esperando que cambien, sin darnos cuenta que el cambio empieza por nosotros mismos.
¿Cómo sería posicionarnos desde una postura de responsabilidad?
¿Qué es lo que podemos hacer en cada caso?
¿Cuál es nuestra zona de influencia?

La preocupación significa
que el momento presente
está siendo consumido
por algo en el futuro,
sobre lo cual no tenemos control.
Dr. WAYNE DYER

La preocupación no vacía el mañana de problemas.
Vacía el hoy de su fuerza.

Yo te pediría que hagas una lista de todo lo que te preocupa en este momento y luego distingas :
¿Qué depende de vos y qué depende de otros?
Determiná entonces cuál es tu zona de influencia en lo que depende de vos y cual en lo que depende de otros. Y con esto me refiero a qué concretamente podes hacer vos en cada caso. No te olvides que cuando depende de otros vos también tenes el poder de influenciarlos o enrolarlos en lo que vos necesitas.
¿Qué juicio personal te lleva a interpretar lo que te ocurre como preocupante?
¿Podrías construir otra interpretación que te deje en otro estado de ánimo?

Si hay algo que podes hacer
¿Para qué te vas a preocupar?
Si no hay nada que puedas hacer
¿Para qué te vas a preocupar?

Considero que la preocupación vive en nuestra conversación interna y de alguna manera nos predispone a lo que vamos a poder hacer en el futuro.
Considero que muchas personas se muestran adictas a preocuparse y esto las paraliza, las hace culpar a los demás de lo que les ocurre, las hace pensar que esto es lo que les «toca» y entonces tienen que ver como amoldarse a esto. En fin la resignación las invade y se quedan pensando que no hay nada que ellas puedan hacer.

Como no me he preocupado de nacer,
no me preocupo por morir
FEDERICO GARCÍA LORCA

Olvida tus preocupaciones
y sigue moviéndote hacia la montaña,
el sol volverá a salir.
LEE IACCOCA.

Yo te digo que siempre hay algo que podemos hacer para cambiar las cosas. Si te propones encontrar algo estoy segura que lo vas a encontrar. Sólo tiene que ser muy fuerte tu deseo y que el te motive para pasar a la acción. Sin acción no hay resultado y si estás comprometido con que algo cambie, seguramente encontraras la oportunidad trabajando en construir la posibilidad.
La posibilidad surge primero en la mente en nuestra conversación interna y es llevada al exterior por nuestra acción comprometida y efectiva.

Publicado en 2003.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

* Copy This Password *

* Type Or Paste Password Here *