El maestro contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero no todos los oyentes entendían el sentido de la misma.
Un día uno de ellos lo encaró y le dijo:
– Tu nos cuentas historias pero no explicas el significado.
El maestro se disculpó por ello y luego continuó diciéndole:
– Permíteme que en señal de reparación te convide con una rica manzana.
– Gracias maestro, respondió halagado el discípulo.
– Quisiera para agasajarte pelarte la manzana yo mismo. ¿Me lo permites?
– Sí, muchas gracias.
– Ya que tengo en la mano el cuchillo, aprovecharé y te la cortaré en trozos, para que te sea más cómodo comerla.
– Me encantaría, pero no quiero abusar de su hospitalidad.
– No es un abuso, si yo te lo ofrezco. Solo quiero complacerte. Y… Permíteme también que te la mastique antes de dártela.
– ¡No maestro!, ¡No me gustaría que hiciera eso!. Se quejó sorprendido el discípulo.
El maestro hizo una pausa y dijo:
– Si yo te explicara el sentido de cada parábola…. sería como darte de comer una fruta masticada. Tu mismo tienes que encontrarle y saborear su exquisito sabor.
Jorge Bucay
Dos problemáticas están cobrando auge en este momento:Tendencia al aislamiento Crisis de Valores Las herramientas que tenemos para combatirlas son:Información Formación Comunicación.
Los cuentos o las parábolas son capaces de abarcar estos tres espacios siendo puente de contacto entre dos personas, pasando información y permitiéndoles compartir a las personas allí reunidas.
El cuento es una llave
que te sirve para abrir una puerta
que no te abre el conocimiento.
A veces queremos comunicar algo para lo cual no encontramos palabras y un cuento o una parábola nos ayudan con su enseñanza abriendo a diferentes interpretaciones del otro. Los cuentos nos permiten tener una óptica diferente para observar la realidad y por lo general tienen un trasfondo moral desde la cual nos queda una moraleja o una enseñanza muy fácil de asimilar y entender.
Los cuentos no son para dormir a los chicos
Son para despertar a los grandes.
Todo cuento es una metáfora, una revelación efectuada en lenguaje analógico.
El lenguaje del cuento nexa continuidades que jamás coincidirían si uno mantiene los pies pegados al suelo de la racionalidad. El lenguaje analógico de los cuentos hace cambiar el espacio interior de cualquier mundo cerrado donde logre penetrar.Por eso hoy los cuentos, las parábolas, las metáforas y los dichos son tan usados en la educación de grandes y chicos y en la capacitación en las organizaciones.¿De qué manera podrías agregar este recurso tan importante a lo que haces?
Conozco profesionales que han puesto algunos cuentos en sus salas de espera como un modo de que ese tiempo en que el cliente lo está esperando también le sirva para reflexionar sobre algunos temas y cambiar su punto de vista.
El cuento es como un gran dibujo
donde se expresa gráficamente una enseñanza.