El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró.
¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó.-
¿Quién hará la primera oferta?
¡Un dólar, un dólar! -entonces- ¡Dos! ¿Sólo dos?
Dos dólares! ¿Hay alguien que dé tres?¡Tres dólares! … a la una! ¡Tres dólares…a las dos!Que se va por tres…pero, ¡No!
Un hombre canoso se puso de pie, llegó adelante y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó una melodía muy tierna.Al cesar la música el subastador dijo, en voz muy baja y más bien para sí,
– ¿Cuánto daría yo por tener este viejo violín?
Y tomándolo con más cariño lo volvió a levantar:¡Cien dólares! ¿Y quién da doscientos?¡Doscientos! ¿Y quién da trescientos?¡Trescientos!¡Trescientos, a la una! ¡Trescientos a las dos!
¡Y se va y se fue! -exclamó.
Algunos lloraban y los demás aplaudían…
No podemos comprender, se decían.
¿Qué cambió su valor?
Alguien dijo por allí que fue “El toque de la mano de un maestro”.
El otro día mientras miraba un DVD de cómo Isaac Stern enseñaba a interpretar música a violinistas chinos me surgieron algunas preguntas:
¿Qué es lo que convierte a una persona en virtuosa?
¿Dónde vive su maestría?
¿Se nace o se hace?
Y aunque considero que muchos pueden pensar que el virtuosismo se logra con el dominio de la técnica, mientras miraba el video, aparecían en mi mente palabras como amor, pasión, conexión con uno mismo y con su misión, fuego interno o llama interior.
Con la música puedes decir
mucho mas que con las palabras.La música no es blanco o negro
sino una paleta de colores
Cada nota es como un color.
Y los artistas saben que muchos colores aun no han sido pintados.
Isaac Stern
Por supuesto que considero que es importante el dominio de la técnica pero también pienso que no alcanza con eso solo. Aunque lo que yo miraba era un DVD por televisión, les aseguro que su cuerpo y su expresión dejaban traslucir mucho mas que meramente su música.
Veamos cómo podemos relacionar esto con el Coaching dado que el mismo tiene por objetivo facilitar el logro de las sueños de las personas.
Entonces vayamos a nuestras preguntas:
¿Qué es lo que convierte a una persona en virtuosa en cualquier ámbito?
Podríamos decir que es la conexión con una llama interna que mediante una explosión de amor quiere mostrar al mundo cual es su misión y lo hace por medio de la pasión, disciplina y perseverancia que pone en dominar la técnica, lo cual finalmente le permite que eso, tan maravilloso que vive dentro, se comparta con los demás.
Un hombre posee talento.
El virtuosismo lo posee al hombre.
Isaac SternAlumno:¿Cuánto tiempo me llevará
llegar al virtuosismo?
Maestro:¿Cuánto tiempo piensas vivir?
El virtuosismo es el camino, no el objetivo.
Y la pregunta del millón que creo se hace la mayoría de las personas es si se nace o se hace.
Y aquí como Coach quiero darles mi mirada. Si bien considero que algunas personas nacen con ciertas habilidades mas desarrolladas que otras, también pienso que una gran cuota de disciplina y perseverancia agregadas a una gran dosis de pasión e intención pueden permitir a las personas lograr el virtuosismo en aquella tarea que se propongan.
No usamos la música para tocar nuestro violín.
Sino que usamos el violín
para tocar nuestra música.
Isaac Stern
Hubieron algunas preguntas que Isaac Stern le hacía a los estudiantes que me dejaron pensando y aquí te las copio para que también a ti, te lleven a la reflexión:
¿Para que quieres tocar el violín?
¿Qué sientes mientras lo haces?
¿Qué es lo más importante que quieres que trascienda de tus notas?
¿Qué es lo que quieres comunicar con tu música?
¿Qué quieres que la gente sienta a partir de tu interpretación?
¿Qué parte tuya se manifiesta a través de la música?
¿Quieres tocar o quieres mostrar tu entusiasmo por lo que estás tocando?
¿Sientes que has nacido para esto?
¿Qué parte interna tuya, todavía, no estás dejando salir?
Considero que si tenemos respuesta para todas estas preguntas seguramente estaremos en el camino hacia el virtuosismo en lo que hacemos.
Dos tejanos estaban perdidos en Nueva York.
Encuentran a un anciano y le preguntan :
¿Cómo podemos llegar al Carnegie Hall?
Y el anciano les contesta:
Practicando y perseverando.