Me subí a un taxi rumbo a mi trabajo y cuando estábamos llegando casi nos estrellamos con un auto que de la nada salió como bólido, de donde estaba estacionado. El conductor del taxi alcanzó a frenar, el auto derrapó y por poco chocamos con el otro auto que quedó frente a nosotros.
Al segundo su conductor asomando la cabeza por la ventanilla comenzó a gritarnos una cantidad horrible de insultos. Yo estaba recuperándome del susto y lo que acabó de sacarme de mis casillas fue la actitud del chofer de mi taxi, quien en forma extremadamente amistosa y cortés solo le sonreía. Yo estaba furioso por el susto y no entendía esa actitud. Al preguntarle me contó lo que ahora yo llamo La Ley del Camión de Basura.
Mire, me dijo: ¿Ve aquel camión de basura? Pues, así como esos camiones muchas personas van por la vida llenos de basura, frustración, rabia, y decepción. A medida que la basura se les va acumulando, necesitan encontrar un lugar donde vaciarla, y si usted los deja seguramente lo harán en usted.
Por eso cuando alguien quiere vaciar su basura en mí, no me lo tomo en forma personal, sino que solo sonrío, saludo y sigo mi camino.
¿Cuántas veces permitimos que otras personas nos cambien el humor?
¿Cuántas veces les damos tanto poder a situaciones banales que nos terminan arruinando el día y a veces la semana?
Pésimos conductores, mozos no entrenados, jefes insensibles, personas maleducadas, etc.
¿Es posible que les demos tanto poder?
Nosotros no podemos evitar que las cosas sucedan. Lo que si depende de nosotros es el tiempo que nos vamos a quedar anclados en esa emoción y lo que vamos a permitir que esas situaciones modifiquen nuestro presente.
Felicidad es aquel estado de ánimo
en el cual nuestra decisión
ha triunfado sobre nuestra reacción.
Muchos quedamos tambaleando en una situación como esa, confundidos y sin saber como reaccionar.
¿ Cuántas veces al día permitimos que esos camiones de basura abandonen su basura en nosotros? Y lo que es peor es que la cargamos hasta que no damos mas y entonces se la tiramos a otra persona con lo cual somos responsables de un círculo vicioso que podíamos evitar desde el principio.
Para conquistar el éxito hace falta
mas presencia de ánimo que un ejercito.
John Dryden
Después de darnos cuenta de este efecto podemos ver a los camiones, podemos ver su carga pero al comprender que quieren echarnos encima su basura, sus frustraciones, sus rabias y sus decepciones podemos seguir adelante y sonreírnos a nosotros mismos con la complicidad de saber que esta vez hemos sido mas inteligentes.
Nunca es mas entonado el ánimo del hombre,
como cuando ha podido elegir como sentirse.
Los líderes no podemos dejar que actitudes como estas nos distraigan de nuestro camino y así como los jugadores de fútbol se levantan como un resorte del piso cuando son atacados nosotros necesitamos enfocarnos en nuestros objetivos y no dejar que personas con actitudes inmerecidas nos desvíen de nuestro camino. Necesitamos estar física y mentalmente presentes y en nuestro mejor estado para hacernos cargo de lo que hemos elegido.
La gente exitosa no se permite desperdiciar su día con Camiones de Basura
¿Qué harás a partir de hoy cuando te encuentres con uno de ellos?
¿A qué puedes comprometerte?
La emoción más hermosa
y más profunda que podemos experimentar
es la sensación de que somos dueños
de nuestras reacciones