#243 Sobreprotección

El maestro zen le encargó al discípulo que cuidara del campo de arroz.
El primer año, el discípulo vigiló que nunca faltase el agua necesaria.
El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena.
El segundo año, el discípulo tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante.
El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena.
El tercer año, puso más fertilizante. La cosecha fue aún mayor, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
Si sigues aumentando la cantidad de abono, la cosecha del año que viene
no tendrá ningún valor, dijo el maestro.
«Fortaleces a alguien cuando lo ayudas un poco. Pero si le ayudas demasiado, lo debilitas».

El ser humano es por naturaleza protector, nos encanta ayudar!!
Lo que a veces nos resulta difícil, es darnos cuenta hasta donde llegar con nuestra ayuda.
Y al no conocer el límite muchas veces en lugar de ayudar, colaboramos para que el otro no aprenda.
Reconozco que necesitamos de muchas agallas para crear contextos de aprendizaje donde al otro le este permitido equivocarse; y entender ese error o fallo como un área de oportunidad o un espacio de aprendizaje.
Sólo si permitimos al otro equivocarse, es que también le permitimos aprender.

“Si quieres que coma un día
regálale un pescado.
Ahora que si quieres que coma toda la vida,
enséñale a pescar.

Este es un dicho muy popular, sin embargo, vemos a cada momento lo mucho que nos cuesta delegar, la manera en que no favorecemos el aprendizaje de nuestra gente con actitudes paternalistas y la convicción que, desde esos comportamientos estamos favoreciendo a nuestros colaboradores.
¿Qué hay de dar un paso al costado y permitirle al otro que lo haga por nosotros, que aprenda y crezca?
Lo ayudo, le doy y le facilito tanto el camino y después me digo que le queda grande el puesto.

«Ayuda a tus semejantes a levantar su carga,
pero no te consideres obligado a llevársela.»
Pitágoras

A veces pensamos que hacer por el otro es mejor que enseñarle a hacer. Al menos nos resulta mas fácil, sin darnos cuenta que no es, a la larga, lo mas conveniente.
A veces tomamos decisiones por el otro porque queremos evitarles problemas y no nos damos cuenta que, en el hacerlo, lo estamos  desvalorizando.
A veces no pedimos lo que necesitamos, en nuestra creencia de que lo podemos poner en un compromiso como si el otro no pudiera decir que no.

El don mas grande que podemos tener con el prójimo
no es el de compartir con el nuestra riqueza,
sino asistirlo a construir la suya.
Benjamín Disraeli

Es interesante que puedas observarte en:
¿Te anticipas haciendo por otro lo que nadie te pidió?
¿Piensas qué puedes hacer, para aliviarle el trabajo a los demás?
¿Te parece que a vos te resulta mas fácil hacer algo, que enseñarle a otro a que lo haga?
¿Te parece que no te van a entender, si lo explicas?
¿Ves con buenos ojos el error del otro y entiendes que es una posibilidad de aprendizaje que tu permites.
¿Piensas frecuentemente que el otro no va a poder hacer algo?
¿Te parece que a vos las cosas te resultan mas fáciles que a los demás?

Es mucho más fácil hacer el bien que ser bueno.
B.C. FORBES

Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles.
THOMAS FULLER.

Es más fácil ser sabio en nombre de los demás
que serlo por nosotros mismos.
LA ROCHEFOURCAULD

Publicado en 2005.

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