#224 Generando acuerdos

Esta es una historia real que sucedio en un aeropuerto mientras un padre despedia a su hijo cuando este partia en un viaje de estudios.
El padre saco un billete de 100 dolares, lo firmo y se lo entrego a su hijo y le dijo: te pido que lleves este billete y lo traigas tal cual te lo doy, solo quiero que lo tengas. Este billete es mio y quiero que vuelva a mi junto con vos. El chico desconcertado comenzo a hacer preguntas a lo que el padre solo arguyo: quiero que esto sea un acuerdo entre vos y yo ¿te parece que podras cumplir este acuerdo? Yo solo quiero quedarme tranquilo que si sucede alguna urgencia este billete podra ayudarte y si nada sucede, tal cual espero, volvera a mi intacto. ¿Te parece que podras cumplir con este acuerdo?
Aunque desconcertado el muchacho dijo que si y partio.
Paso el tiempo y llego el dia anterior de su vuelta en que en el contexto de una comunicacion telefonica donde estaban poniendose de acuerdo en el horario que llegaba el avion para que el padre lo fuera a buscar, el muchacho le pregunto: papa gracias a dios no ha ocurrido nada inesperado, yo estoy bien y el billete que me diste esta intacto, pero el tema es que vi una campera de cuero que me gusto mucho y quisiera comprarmela y como cuesta 70 dolares y queria pedirte permiso para usar los 100 dolares que me diste.
¿Te acuerdas de nuestro acuerdo?¿Te parece que no obstante la campera podras cumplirlo? Y un poco cabizbajo el chico dijo que si disponiendose a volver sin darse ese gusto. Cuando al dia siguiente hubo llegado a su casa le devolvio al padre el billete, el mismo que habia sido firmado por este antes de su viaje, cumpliendo de esta manera con su promesa.
El padre contento le volvio a dar el billete diciendole: Ahora que has cunplido tu promesa este billete es tuyo. Si te hubiera dejado gastarlo nunca hubieras aprendido el valor de una promesa.
Historia real relatada por el Sr. Eduardo Marti de la consultora Forja de Venezuela en el marco de un entrenamiento.

Decimos que la promesa es el acto linguistico por excelencia que nos permite generar acuerdos con el otro para poder coordinar acciones juntos. La promesa es lo que surge frente a la aceptacion de un pedido o de una oferta y tiene la capacidad de generar una realidad diferente en el momento en que se hace y en el momento que se cumple. Si nos remitimos al relato anterior , cuando el niño acepta el pedido del padre este espera que la promesa sea cumplida y cuando se cumple tambien cambia la realidad porque el padre aumenta la confianza en su hijo y en la capacidad de este de cumplir con sus acuerdos. Crece su credibilidad.
Consideramos a la promesa mas grande que la accion misma a la que nos comprometemos, porque por un lado nos compromete con la accion de poder y por otro tambien frente a la posibilidad de no poder. De alguna manera me tengo que hacer cargo si no puedo cumplir con lo prometido.

El poder de comprometernos con nosotros mismos
y de mantener esos compromisos
es la esencia del desarrollo
de los habitos basicos de la efectividad.
STEPHEN COVEY

El lenguaje no es inocente, y de alguna manera el tipo de lenguaje que utilicemos en la aceptacion de nuestras promesas nos compromete con el otro de una manera diferente. No es lo mismo decir si, seguro, que hare todo lo posible, o no te preocupes, dejalo por mi cuenta o tratare o dalo por hecho o en principio no hay inconvenientes.
El problema radica en que sea cual fuere tu forma de prometer, el oyente siempre escucha una promesa y espera el cumplimiento .
Una de las causas principales del sufrimiento humano radica en el incumplimiento de promesas que nadie dijo pero nosotros escuchamos a partir de nuestras interpretaciones de gestos, posturas o conversaciones sin responsabilidad dichas por el otro . Y lo lamentable es el impacto que estas promesas incumplidas tienen en la confianza, que es la emocion principal que surge del acto de prometer.

Usted no puede prometer a sus clientes un dia soleado,
pero puede prometerles cubrirlos
con un paraguas cuando llueva.

La coordinacion de acciones con el otro surge en nuestras conversaciones, en nuestra posibilidad de hacer pedidos u ofertas efectivos y en nuestra capacidad de cumplir con nuestra palabra y nuestros acuerdos. Por eso me gustaria invitarte a que echaras una miradita a lo que sucede contigo en estos ambitos.

Cumplamos nuestros acuerdos
de tal modo que cuando muramos,
incluso el de la funeraria lo sienta.
Mark Twain

Estas presente en tus acuerdos o los haces sin darte cuenta que luego los tienes que cumplir?
El lenguaje que utilizas para acordar con el otro te pone en un lugar de responsabilidad con lo que estas diciendo o muestra algun grado de ambiguedad?
Cuales son tus formas habituales de tomar compromisos?
Tienes el habito de chequear el nivel del compromiso del otro cuando escuchas una promesa?
Cual es el juicio que tienes acerca de vos mismo del grado de confiabilidad que despiertas en las personas de tu entorno?
Como te ves a vos mismo en el ambito de cumplir acuerdos?
Como ves a tu corporalidad y tu emocionalidad en el momento de reclamar por los acuerdos no cumplidos por otros?

La mente hace contratos
que el cuerpo no puede cumplir.
Cuidado con nuestros pensamientos!!!

La vida es un juego de relaciones. Todo lo que se da sucede en el marco de ellas.
La habilidad para construir y mantener relaciones que funcionen es una de las competencias clave que tenemos los seres humanos para interrelacionarnos .
Nosotros coordinamos acciones generando acuerdos en el contexto de las relaciones a traves de las conversaciones. Nada ocurre fuera de la conversacion.
El secreto de mantener una buena relacion descansa en la competencia que tengamos de diseñar conversaciones, reconociendo cuando es conveniente abrir o cerrar una conversacion y como moverse dentro de ellas.

Hasta que no te comprometes vives en la duda,
la posibilidad de retroceder, siempre sin provecho.
Por lo que se refiere a todos los actos de iniciativa y de creacion,
hay una verdad elemental
cuya ignorancia mata un sinnumero de ideas y esplendidos planes:
que en el momento en que uno se compromete de veras
la Providencia tambien actua.
GOETHE

Publicado en 2005.

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